lunes, 15 de agosto de 2011

¿Nos conocemos?

Un sabor, una mezcla de sal y miel... qué diré, cómo compartir lo que de tan íntimo puede ser universal...
y la memoria tendrá que cargar con la responsabilidad de hacer presente en  otros tiempos esto.
Un aroma, sabes cuánto me mueven los aromas; que la vida entra por la nariz y se adhiere al corazón como polen... y el aroma cotidiano tiene tu nombre, aunque no sepa cuál es...
Hay tanto que espero aprender, que espero que me enseñes, que busco para encontrarme en tu senda...
Y sigo, lanzado al espacio en el que me perderé o me fundiré, en el que dependo de ti...
Mientras, me acompaña el hormigueo, el cosquilleo de sentirte cerca y esperar que me descubras...

sábado, 13 de agosto de 2011

Lo más sencillo

Mientras camino, respiro y atesoro paisajes
pienso que el sentido está en recibir
igual que el césped durante la noche al rocío,
acoger, resguardar y avanzar.

Creo, hoy que está pasado de moda hacerlo,
Amo, hoy que seguro está pasado de moda,
Y deseo, lo más sencillo...
lo que de tan simple antes no me atreví a pedir:
Deseo que mis mañanas sean tú.

Que sea tu aroma el que respiro,
tu paisaje el que atesore,
y tus caminos, aquellos que tengas a bien enseñarme,
los que recorra... junto a ti.

sábado, 4 de junio de 2011

Confesión

Te fui infiel con el aroma de las flores que comparé con el tuyo
porque lo podía tener, pero no ha sido lo mismo pues al aroma no lo acompañaba un cuerpo para poseer y en el cual perderme hasta un nuevo amanecer...

sábado, 28 de mayo de 2011

Princesas y dragones

 ¿Por qué me apego a los sueños? Porque mi infancia fue poblada por princesas, dragones y valientes caballeros...
  En mis sueños de niño, vencía a los dragones, y tomaba una mano a la princesa, con la frente en alto.
  Mis sueños eran como los chocolates, pues hacían que el corazón se agigantara. 
  Y hoy, vuelvo a descubrir como el niño entonces, que los sueños no se viven, que se ganan.
  Que las princesas no eligen caballeros, más bien eligen reyes, de aquellos que construyen castillos y ganan batallas contratando caballeros que las peleen por ellos.
   Hoy vuelvo a extrañar mi caballo; hoy vuelvo a rodar tierras en mi alma, hoy salgo a conquistar reinos, derrotar dragones y recoger al vuelo un beso... 
Vuelvo a despertar niño; a despertar creyéndome caballero, de pobres armas, pues sólo me puedo enfrentar al mundo armado con palabras.

lunes, 25 de abril de 2011

Brazos de seda, arrullo continuo, imán de deseos.
Mientras tus cabellos que flotan como hebras de oro, se enredan en mis brazos, rozan mi rostro y bajan hasta tocar tus extremidades de alabastro.

Tus brazos acojen historias y sostienen las mías, las que se han labrado entre sollozos, las que cantan de alegría.
Un secreto entre ellos, un sendero inconfundible, un horizonte para un inexperto navegante.

En esos suaves, gráciles y delicados arcos, me he vuelto un experto buscador de tesoros. He descubierto que son el primer punto de contacto, el espacio justo para ponerse a cubierto, para esperar tiempos mejores, para comenzar la conquista, el asalto de una nueva fortaleza, la que me pertenecerá porque se rinde a mi llegada.

Baja hacia mí esos puentes levadizos, déjame llegar a ellos, enseñorearme en el paisaje que se adivina en su apego, en tu abrazo.

viernes, 15 de abril de 2011

Ariadne

Naturalmente hilaste tu tela,
no lo notaste, pero me fui enredando en tus cabellos.
Salir... no podía, no quería, elegí ser enredado.
Desda cada uno de ellos había un llamado, un toque, un contacto leve.

Luego, flotaba, se extendía, cautivaba mi mirada
y el mundo desaparecía tras la cabellera
en un sentido, en otro, derecha, izquierda...
y el perfume que emanaba me embriagaba,
el tacto repetía lo que los ojos ya avisaban:
es una diosa que ha caído, no, sí, no...
Yo fui el caído, el que sucumbió para no volver a ponerse en pie,
al menos no si tú no lo pedías, si no lo susurraste en mi oído...

¡Qué importa ahora!, ahora que la araña ha envuelto mi cuerpo en la tela,
en sus encantos, en todo momento, sueños, esperanzas, deseos...
Ariadne, enseñas a miles de Penélopes a ser como tú,
ninguna lo ha logrado, ninguna ante mis ojos se compara, ninguna tiene tus cabellos y, en ellos, mi corazón envuelto.

jueves, 13 de enero de 2011

Ladrón de sueños...

Robar es malo, lo sé, pero robar sueños...
Si el objeto robado no aparece, si no hay causa sin riesgo de locura,
Si tampoco hay propiedad menos tangible, si no hay asomo de posesión más imprecisa.
¿De qué me acusarás? ¿De tu inquietud?
¿De volverme un tema recurrente? ¿De no dejarte tiempo de descanso?
¿De mantener ocupadas tus ansias nocturnas?
Sólo ante ti me declaro culpable, ante el mundo alegaré siempre inocencia,
porque si de acusar versa el asunto, yo tengo que realizar la misma queja.
Peor, sin embargo, que el acto ilegal es el vehículo, el medio a través del cual se realiza el delito,
porque, como es un sueño lo robado, fue en un beso furtivo que perdiste,
el sosiego, el descanso y la cordura.
Como robar es malo, lo sé, sólo ante ti me declaro culpable.

lunes, 10 de enero de 2011

Manos

En tus pequeñas manos, para mi sorpresa, cabe un mundo.
Tal vez no muy grande, tal vez limitado, simple como un camino de campo: mi mundo.
En tus manos cabe una vida. Una de esas que se entrega día a día. Una de esas que pasa desapercibida, callada, casi transparente: mi vida.
En tus manos cabe un cuerpo, no uno entero, de los pies a la cabeza, sino uno que se sostiene en lo esencial: mi corazón.
En tus manos, pequeñas manos, cabe lo que importa, toda la belleza de la tierra. Porque contienen un mundo, una vida, un corazón...
En tus pequeñas manos, he descubierto, por fin, que quepo yo.

jueves, 6 de enero de 2011

Refugio

Un paisaje, un paisaje al alcance de la mano. Uno que se recorra lentamente y que se disfrute el viaje de principio a fin.
Un paisaje donde me pueda perder, dormir en sus colinas, fundirme en sus profundidades.
Un espacio donde las lágrimas sean absorvidas por la tierra y convertidas en piedras.
Será mi refugio, mi retiro y crecimiento; será mi propiedad, aunque ya sea de otro.
Escuchará mi voz y cobrará vida, florecerá, resurgirá y será el paisaje más bello.
Todo, todo al alcance de mi mano, pequeño paisaje.

miércoles, 5 de enero de 2011

Si una hoja...

Si una hoja no hace ruido, al menos para mi oído al caer ¿por qué tu llegada a mi vida agitó todo y fue como miles de ríos al mismo tiempo?
Porque abrí la puerta y te tomaste la casa.
Tus cabellos, querida Ariadna, son como hilos que me obligan a seguirte, me pierdo en ellos, entre el perfume y la vida que sugieren...
Luego, mis ojos quedan firmemente prendidos a las sinuosidades del paisaje de tus formas y ahí me pierdo...
Vuelvo a sentirme desarmado, mi seguridad cae al piso, vuelve mi infancia, titubeo, sigo, me detengo, dímelo...
Mejor no, mejor no digas nada, mejor no digo nada y continúo en mi invisibilidad admirándote.
Aunque algún día, a solas, te pediré la respuesta, la fórmula del encanto en que hoy me encuentro voluntariamente atrapado.
Soy una hoja, ahora, mecida por tu viento.