lunes, 10 de enero de 2011

Manos

En tus pequeñas manos, para mi sorpresa, cabe un mundo.
Tal vez no muy grande, tal vez limitado, simple como un camino de campo: mi mundo.
En tus manos cabe una vida. Una de esas que se entrega día a día. Una de esas que pasa desapercibida, callada, casi transparente: mi vida.
En tus manos cabe un cuerpo, no uno entero, de los pies a la cabeza, sino uno que se sostiene en lo esencial: mi corazón.
En tus manos, pequeñas manos, cabe lo que importa, toda la belleza de la tierra. Porque contienen un mundo, una vida, un corazón...
En tus pequeñas manos, he descubierto, por fin, que quepo yo.

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