lunes, 25 de octubre de 2010

No mires atrás...

No mires atrás si no es para encontrarme en el pasado, luchando por ser tu presente.
No mires atrás si no te permite regocijarte con los juegos de niños, con la mirada prístina que exige el sagrado mundo de la infancia.
No mires atras, mira hacia el futuro, mira por la ventana de mi ojo que con cada aurora se abre para ti.
Mira a tu alrededor, mírate, mírame y sueña, para que la realidad no sea como las nubes, sino como el mar: impredecible, indómito, pero deseable. 
Mira hacia el futuro, para que en él, al fin, me permitas encontrar el mayor tesoro con el que puede un hombre soñar: a ti...

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